Nueva y suculenta crítica en SUBTERRANEO HEAVY

¡Trallaaaaaa! Eso es lo que nos dan los barceloneses STEELGAR con su Xenocide, recientemente editado por Molusco Discos. Pero ojo, tralla muy bien canalizada, sin caer en el thrash metal puro y duro. STEELGAR añaden elementos del power 80’s y del Heavy Metal en su música, condimentando con buen gusto, y criterio de notables chefs, su thrash metal de vieja escuela.

Y es que las recetas buenas se cocinan a fuego lento. STEELGAR, antes de dar el paso de editar su primer largo, ya habían editado dos demos. Maquetas que muestran un thrash metal clásico con colorantes muy power USA y especias muy de Heavy clásico. Eso es lo que, en mi opinión, les diferencia del resto de grupos de la movida thrasher catalana. Lo que les da un “plus” distinto respecto a bandas como AGGRESSION, CRYSYS, REDIMONI o METRALLA, por citar cuatro ejemplos de lo que se cuece en la olla barcelonesa.

Ya nos pusieron los dientes largos cuando adelantaron algún tema en su myspace, y enseguida los amantes del thrash metal más tradicional supimos que Xenocide sería un plato muy bien condimentado. En él se puede degustar el sabor típico del thrash metal más conservador, con efluvios que van desde los MEGADETH de su etapa gloriosa hasta los mismísimos JUDAS PRIEST. Thrash, power 80’s, heavy… Buena mezcla culinaria.

Con una pequeña intro empieza a sonar en nuestro equipo “Injected”, con unos riffs de guitarra sencillamente asesinos, y con una base rítmica atronadora que da paso a unas líneas vocales muy típicas en este tipo de discos. El tema rezuma old school puro y duro, y hará las delicias de cualquier fan de lo más clásico. Imposible no gustarte.

“Retaliator” le sigue. Otro buen tema donde vuelven a brillar de nuevo todos los componentes del grupo: Héctor a las voces haciendo un trabajo sobresaliente, Abel con unos solos de guitarra notables (el mismo Héctor ayudándole en los sensacionales riffs), y Álex y Cristian formando parte de una base rítmica bes-tial.

Y esta base rítmica te machaca en “Portrait in Blood”, con unos riffs de guitarra muy Dave Mustaine, por un momento parece que va a nacer un tema del “Rust in Peace”. Pero el feto crece y crece y se llama Xenocide, y ya está aquí mismo para reventarte los oídos.

“Riders of the Sand” es de lo mejor de este disco, un tema thrash con una gran carga melódica, donde sobresale el estribillo. Se te mete jodidamente en la cabeza, y no puedes dejar de escupir por la boca las cuatro palabras que forman el título de la canción. Fantástico tema.

“Promontory” vuelve a la carga, sin respiro ni descanso. Quizás en las primeras escuchas dé la sensación de bajar un escalón en cuanto a intensidad con respecto al corte anterior, pero es mentira. Con el paso de las audiciones uno se da cuenta de que este tema mata, a sangre fría.

“Hunter on Prowl” es otro cañonazo, con un solo inicial de guitarra diabólico e infernal. Aquí se pueden ver bastantes influencias del heavy más clásico. Enlaza con “Under the Whip”, con un inicio un tanto “diferente” a lo anterior, con unas melodías que pueden recordar a MAIDEN, y es que el grupo no esconde sus influencias clásicas del heavy ochentero. Todo ello dentro del thrash que practica la banda.

“Napalm Burn” te quema con los punteos de guitarra iniciales. Siguen y siguen los riffs asesinos, esos que te hacen mover la cabeza como un poseso, y al día siguiente te encuentras con un dolor bestial en la zona. Me recuerda en las líneas vocales a los primeros ANTHRAX.

“Thrashing Knights” no nos enseña nada nuevo a estas alturas del CD, y eso se agradece en un disco como este. Y “Army of Goats” cierra con nota este primer larga duración de STEELGAR.

“Xenocide” es alimento para thrasers hambrientos, para aquellos que disfruten con el sonido 80’s del heavy, power y thrash, para aquellos que siempre han alucinado con discos como “The New Order” o “Rust in Peace”, o incluso el “The Dark” de METAL CHURCH. Alimento y energía para un movimiento que goza de una salud envidiable en USA y en Europa, en España, y más en concreto en Cataluña. La que se está montando desde hace tiempo en Barna y alrededores. Que la cosa dure… Bon apetit.